Rogabas a mi risa que por favor se manifestase, por que no había días bonitos desde que la escuchaste, asomada a la ventana mirando de reojo, sin poder hacerla tuya; en ese momento fue cuando te diste cuenta de que no podías vivir sin ello. Desde entonces, antes de ir a dormir me pides que te ría, por lo bajo o en alto en medio de cualquier lugar, que estalle como dinamita y que me encierre en tus brazos. Por eso dices que no hay días bellos sin el rubor de mis pestañas, por el brillo que observaste diferente en mi mirada. Tus palabras y tus versos se han inspirado de nuevo, esta vez en una chica que no esperabas ver ni por asomo; aqui estoy sin embargo, escondida entre mis miedos. Tú quieres venir a amarme y a darme el mundo por un beso, mientras que yo espero ver el mundo para darte más que un beso.
Dedicada a mi gran amiga M, por haberme inspirado este texto
No hay comentarios:
Publicar un comentario