Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre aquel que amó,vivió,murió por dentro y un buen día bajó a la calle: entonces comprendió: y rompió todos sus versos.Así es, así fue.Salió una noche echando espuma por los ojos,ebrio de amor, huyendo sin saber adónde: a donde el aire no apestase a muerto.Tiendas en paz,brizados pabellones,eran sus brazos,como llama al viento, olas de sangre contra el pecho,enormes olas de odio, por todo el cuerpo.
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